ONENA EMATEKO GARAIA

      Tratemos de situar el debate. Del análisis de las estadísticas oficiales y de las estadísticas recogidas en el Informe anual de Caja Laboral sobre la economía navarra de 2009 (el último publicado), y en relación con el empleo en Navarra, destacaría los siguientes aspectos:

        1. Cifras gordas: a 31 de marzo de 2011 hay 261.564 afiliados a la Seguridad Social en Navarra y 45.305 parados (43.790 a 30 de abril). En 2009 (no tengo datos más recientes), había 20.477 empresas en Navarra con empleados, de las cuales 2.730 eran industriales.

        2. Entre un 85 y un 90% del empleo total corresponde a la empresa privada. Las personas tenemos claro que para que nuestro trabajo no esté en peligro a la empresa en la que trabajamos le tiene que ir medianamente bien.

        3. El empleo directo en la industria representa aproximadamente un 25% del empleo total. No obstante, su importancia relativa es considerablemente mayor porque la actividad industrial genera empleo en el sector servicios. Y dentro de la industria, a su vez, las empresas industriales grandes también son importantes por su capacidad de inducir empleo indirecto dentro de la propia industria navarra auxiliar. El caso de Volkswagen es claro.

        4. La distribución del empleo en la industria por tamaño de empresas no es igual a la distribución del empleo en el resto de los sectores. En la industria navarra más del 50% del empleo se concentra en empresas de más de 100 trabajadores, que suponen el 4,62% de las empresas.

        5. En el resto de sectores, las empresas con más de 100 trabajadores suponen solo el 0,78% del total, de lo que podemos deducir que representan un % del empleo total muy inferior al de la industria.

        6. Las empresas con menos de 50 trabajadores representan un 90,95% del total de empresas industriales y un 98,22% del total en el resto de los sectores.

      Con esos elementos encima de la mesa, considero que la gestión del empleo en Navarra debe incidir al menos en los siguientes campos:

        1. Apoyo a las pymes ya existentes y apoyo al emprendizaje. Aspecto clave que, por su transcendencia, se desarrolla en un artículo separado.

        2. Apoyo e impulso en la implantación de nuevos proyectos, que por su tamaño y relevancia puedan significar una creación importante de empleo estable y de calidad. Actitud más proactiva en los sectores que consideramos estratégicos para el futuro de Navarra (automoción, sectores electromecánicos y otros sectores industriales avanzados, energía, salud y vida, medio ambiente, servicios educativos y empresariales avanzados), pero sin desechar en absoluto buenos proyectos en otros sectores.

        3. Colaboración leal con y desde las grandes empresas. Entre ellas hay algunas empresas navarras significativas, pero tienen un gran peso las filiales de empresas de capital extranjero. Con todas ellas, la filosofía del Gobierno de Navarra debe ser la de la cercanía y el compromiso mutuo. Desde la perspectiva pública, conocer e intentar satisfacer sus necesidades y, a cambio, desde las empresas, afianzar inversiones, procesos de cada vez mayor valor añadido y empleo estable y cada vez de mayor calidad.

        4. Reorientación de las prioridades de los agentes del sistema de ciencia-tecnología-innovación (empresas, centros tecnológicos, universidades, centros formación profesional superior, administración) hacia la generación de empleo estable. Asignación clara de objetivos en ese sentido y definición de sistemas eficaces de evaluación.

        5. Revisión de las prioridades del sistema educativo obligatorio como superior, tanto en valores (apertura, espíritu crítico, esfuerzo y actitud favorable a la asunción de riesgos), como en habilidades (trabajo en equipo, hablar en público, habilidades sociales) como en conocimientos lingüísticos (además de las lenguas propias, el inglés, y si es posible una cuarta) y específicos. En el terreno de los conocimientos específicos, priorización de los estudios (formación profesional y universitarios) vinculados con los sectores estratégicos de futuro para Navarra, por ejemplo Medicina en la UPNA.

        6. Apuesta por fórmulas que combatan la precariedad: impulso de la economía social (cooperativas, sociedades anónimas laborales) y reducción del 5% en el Impuesto de Sociedades a aquellas empresas que distribuyan a sus empleados (excluidos directivos) al menos el 25% de los excedentes.

        7. Apuesta por fórmulas de conciliación de la vida profesional y personal: centros 0-3 años, teletrabajo, tiempo parcial.

      Por supuesto, no me quiero olvidar de las personas paradas. La palabra clave es apoyo y más apoyo. Considero esencial el desarrollo de los cambios necesarios en el Servicio Navarro de Empleo para que, en aplicación de nuestras competencias, mejore la empleabilidad de las personas paradas a través de itinerarios individualizados que combinen formación teórica, práctica y empleo. En este campo, Nafarroa Bai 2011 se ha comprometido ya al desarrollo en un año de 5.000 programas individualizados retribuidos que combinen formación y empleo.